La película de Guillermo del Toro se está posicionando en lo más alto de las listas de visualizaciones en Netflix. Aunque las opiniones sobre ella varían, todos coinciden en la admiración hacia Jacob Elordi por su papel como la Criatura de Frankestein. Su actuación, llena de matices y emoción, ha sido el alma del filme, destacándose no solo por su aspecto, sino también por la profunda conexión que logró con el personaje.
Elordi se dedicó intensamente a preparse, cambiando su físico, su manera de hablar y hasta su forma de moverse. Para replicar los movimientos de la Criatura, observó a su perro, fijándose en su respiración y en sus gestos. También se entrenó en la danza japonesa Butoh, la cual investiga la relación entre vida y muerte, usando movimientos lentos y espasmódicos. En cuanto a la voz, se sumergió en el canto gutural mongol para darle ese tono profundo y sobrenatural que caracteriza a la Criatura.
El proceso de transformación física también fue asombroso. Durante extensas jornadas de maquillaje, que podían prolongarse hasta 10 horas, Elordi pasaba por una complicada aplicación de prótesis y pelucas. Para hacer el tiempo más llevadero, se entretenía jugando con la Switch, revisando su móvil o leyendo.
La plataforma de Streaming ha publicado un video en time-lapse que resume este laborioso proceso de transformación en cuestión de segundos. Como mencionó el mismo actor, “fue un proceso de 10 horas para desprenderme de mí mismo y convertirme en algo completamente distinto, lo cual fue un gran alivio, realmente.” Sin duda, su paciencia y entrega resultaron en una de las interpretaciones más memorables de este clásico monstruo.
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