Las autoridades australianas emitieron medidas cautelares contra Apple, Microsoft y Meta, como propietarias de Facebook e Instagram, para revelar si actúan y cómo para detectar y denunciar material de abuso sexual infantil, bajo pena de multas de más de medio millón de dólares por día.
Esa pena es aplicable a partir de la “Online Safety Act (Ley de Seguridad en línea), anunciaron hoy autoridades locales.
Las órdenes emitidas a pedido de la comisionada de Seguridad Electrónica, Julie Inman Grant, obligan a las plataformas a explicar qué medidas toman para combatir la explotación y el abuso infantil.
Los gigantes de la web, si bien saben cómo los abusadores utilizan sus plataformas, no harían mucho para detenerlos, según los datos recopilados por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, con sede en Estados Unidos.
Apple realizó el menor número de denuncias a la base de datos sobre explotación sexual de menores con apenas 160 casos.
Microsoft, el propietario de Skype, que se cree que se usa ampliamente para la transmisión en vivo de abusos, informó de 78.603 casos, mientras que Instagram reportó 3,4 millones.
“No podremos conocer la verdadera escala y el alcance de la explotación infantil en línea hasta que sepamos qué están haciendo las plataformas para detectar el abuso”, admitió la comisionada de Seguridad Electrónica al Sydney Morning Herald.
Agregó que “existe una actitud en la industria de que si no está al tanto del problema, no es responsable, aunque las organizaciones tienen tecnología que puede rastrear y eliminar materiales peligrosos”.
Internet llevó a un auge en la industria de la explotación infantil online, tanto en el intercambio de imágenes como en las transmisiones en vivo.
“Durante los últimos 15 años, se ha desarrollado un comercio de transmisión directa de material de explotación infantil. Con los confinamientos (por la pandemia, ndr) en todo el mundo, comenzamos a observar que Filipinas se encuentra en el epicentro del material pedófilo del ‘pay per view'”, detalló Inman Grant.
Señaló que “ahora hay muchas plataformas de videoconferencia que pueden facilitar la difusión de dicho material”.
También la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, se pronunció hoy sobre esta cuestión.
“Señalar los abusos ayudaría a informar futuras decisiones gubernamentales sobre lo que se puede hacer para proteger a los australianos online y mejorar la transparencia”, sostuvo. (ANSA)
Comentarios