Lewis Hamilton tiene una cita con la historia en la Fórmula Uno y llamó la atención cuando el jueves se presentó al circuito de Yas Marina, ataviado de púrpura de los pies a la cabeza y con una palabrota estampada en la espalda de su sudadera.
A la pregunta sobre si estaba enviado un mensaje, el siete veces campeón mundial aseguró que no se había percatado de lo que decía la vestimenta hasta que se la puso. Pura coincidencia, dijo Hamilton. Pero dejó claro que estaba listo para el último asalto de su encarnizada lucha por el título con Max Verstappen.
Ambos pilotos se relajaron los tres últimos días en Dubái antes de emprender el trayecto de 75 minutos hacia el sur, para el Gran Premio de Abu Dabi, la cita que decidirá el campeón este domingo.
Llegan empatados en la clasificación — la primera vez desde 1974 que los pretendientes al título — afrontan la última carrera igualados en puntos. Este campeonato ha sido por lejos el más dramático en tiempos recientes.
Lewis Hamilton tiene una cita con la historia en la Fórmula Uno y llamó la atención cuando el jueves se presentó al circuito de Yas Marina, ataviado de púrpura de los pies a la cabeza y con una palabrota estampada en la espalda de su sudadera.
A la pregunta sobre si estaba enviado un mensaje, el siete veces campeón mundial aseguró que no se había percatado de lo que decía la vestimenta hasta que se la puso. Pura coincidencia, dijo Hamilton. Pero dejó claro que estaba listo para el último asalto de su encarnizada lucha por el título con Max Verstappen.
Ambos pilotos se relajaron los tres últimos días en Dubái antes de emprender el trayecto de 75 minutos hacia el sur, para el Gran Premio de Abu Dabi, la cita que decidirá el campeón este domingo.
Llegan empatados en la clasificación — la primera vez desde 1974 que los pretendientes al título — afrontan la última carrera igualados en puntos. Este campeonato ha sido por lejos el más dramático en tiempos recientes.
Comentarios