La primera descarga se prolongará durante 17 días y consistirá en unas 7.800 toneladas de agua. Debido al volumen total acumulado (1,34 millones de toneladas) y a que este se incrementa de forma diaria, se espera que el vertido se prolongue durante unos 30 años.
El vertido comenzó sobre las 13:00 horas de este jueves después de que se realizaran las últimas comprobaciones en cuanto a las bombas de agua y se abrieran algunas válvulas de forma manual, según anunció la empresa responsable de la accidentada central, TEPCO.
La federación nacional de cooperativas pesqueras mantiene un firme rechazo a este plan, bajo el argumento de que la medida impedirá que los pescadores de Fukushima puedan librarse del estigma radiactivo que pesa sobre sus capturas desde 2011. También se han posicionado contra el vertido ciertas voces de la comunidad científica internacional y organizaciones ecologistas como Greenpeace, que consideran insuficientes las garantías de seguridad presentadas, además de países vecinos, sobre todo China.
Este mismo jueves, varias plataformas ciudadanas ecologistas y antinucleares convocaron nuevas manifestaciones en diferentes puntos de Japón en rechazo a la medida. En Corea del Sur también se organizaron hoy varias protestas ciudadanas y otra por parte del principal bloque opositor, el liberal Partido Democrático (PD). Gobiernos municipales y provinciales en todo el país prometieron incrementar los controles de radiación sobre pescados y mariscos.
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