Tras registrarse varios hechos en la selva de Darién, frontera entre Panamá y Colombia, en donde supuestos grupos criminales dispararon en contra e las unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), cuando estos se encontraban realizando patrullajes con la intención de prevenir delitos en contra de las personas migrantes adentradas en la selva, el Ministerio de Seguridad de Panamá anunció la puesta en marcha de la Operación Chocó y la Campaña Escudo.
La operación que va dirigida principalmente a disminuir el tránsito irregular por la selva del Darién y a combatir las supuestas organizaciones criminales que operan dentro de la selva, contempla además, sanciones económicas (multas), para quienes ingresen al territorio nacional de manera irregular por esta ruta.
Frente a esto, Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración dijo que harán cumplir las leyes migratorias y sancionarán con mil dólares a quienes entren de modo irregular.
La realidad es que, la situación migratoria se ha convertido en un tema de seguridad nacional, según declaraciones de Oriel Ortega, director general de Senafront, quien señaló además a la organización criminal conocida como el Clan del Golfo, como supuestos responsables de los delitos y situaciones inhumanas no naturales por lo que atraviesan los migrantes en su recorrido por la selva.
“El tráfico de migrantes en estos momento, lo está maniobrando, desarrollando y articulando, específicamente según nuestros informes de inteligencia, la organización narcoterrorista Clan del Golfo”.
Producto de esta situación, las autoridades, de acuerdo con testimonios de migrantes, han cocido que a estas personas se les cobra al rededor de mil dólares para “ayudarlos” a cruzar el Darién, sin embargo, el cobro se da una vez los migrantes se adentran en la espesa selva y muchos no cuentan con el dinero suficiente, por lo que según Samira Gozaine, directora de Migración, existen familias que han dado a sus hijos como moneda de intercambio.
“Está incrementándose el número de niños que están muriendo por la trocha, y están siendo sujetos de violencia, porque los padres que no tienen dinero los están vendiendo. Los están utilizando como forma de pago”.
Gozaine además recordó el hecho de que en días pasados, un menor de cinco años fue abandonado por su madre, alegando que “ya tenía tres y que estaba embarazada y que no podía con él”.
Sin embargo y pese a que Panamá ha registrado la entrada irregular de más de 600 mil migrantes en 5 meses del 2023, el ministro Pino descartó la posibilidad de cerrar la frontera con Colombia.
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