Desde 1927, la revista Time ha elegido a la Persona del Año, de acuerdo a una evaluación de los editores que buscan a la personalidad que más formó parte de los titulares durante el año, para bien o para mal.
Como es tradición, la Persona del Año surge de la Teoría de la historia del Gran Hombre, una creencia de que los individuos tienen el poder de transformar la sociedad. Las selecciones a lo largo de los años han tendido a seguir ciertos patrones. La persona elegida normalmente ha sido gobernante de ámbitos de poder tradicionales. Él (y sí, normalmente ha sido “él”) es muy a menudo un político o un titán de la industria. Se han reconocido catorce presidentes de Estados Unidos, cinco líderes de Rusia o la Unión Soviética y tres Papas.
En un mundo en conflicto, Taylor Swift encontró una manera de “trascender fronteras y ser una fuente de luz”, explica la revista. “Nadie más en el planeta hoy puede mover a tanta gente de manera positiva”.
Swift es una de las pocas personas que es a la vez escritora y heroína de su propia historia. Su camino no ha sido recorrido, algo que conoce desde hace algún tiempo. “En realidad, no puedo encontrar a nadie que haya tenido la misma trayectoria profesional que la mía”, nos dijo Swift en 2014 cuando apareció por primera vez en la portada de TIME al lanzar su quinto álbum, 1989. “Entonces, cuando estoy en una lugar optimista. Espero que mi vida tampoco coincida con la trayectoria de vida de nadie más”.
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