El jefe de la Organización Mundial de la Salud pidió a los líderes mundiales que presionen a Washington para revertir la decisión del presidente Donald Trump de retirarse de la agencia de salud de la ONU, insistiendo en una reunión a puerta cerrada con diplomáticos la semana pasada que Estados Unidos perderá información crítica sobre brotes de enfermedades globales.
Sin embargo, los países también presionaron a la OMS en una reunión clave sobre el presupuesto el miércoles pasado sobre cómo podría hacer frente a la salida de su mayor donante, según documentos internos de la reunión obtenidos por The Associated Press. Un enviado alemán, Bjorn Kummel, advirtió que “el techo está en llamas, y necesitamos detener el fuego lo antes posible”.
Para 2024-2025, Estados Unidos es el mayor donante de la OMS por mucho, aportando un estimado de 988 millones de dólares, aproximadamente el 14% del presupuesto de 6.900 millones de dólares de la OMS.
Un documento presupuestario presentado en la reunión mostró que el programa de emergencias sanitarias de la OMS tiene una “fuerte dependencia” del dinero estadounidense. Las “funciones de preparación” en la oficina de Europa de la OMS dependían más del 80% de los 154 millones de dólares que contribuye Estados Unidos.
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