El presidente Joe Biden pronunció el jueves un discurso el que dijo que la “ideología extrema” de Donald Trump y sus simpatizantes “amenaza las bases mismas de nuestra república”, y pidió a los estadounidenses de todos los ámbitos que ayuden a contrarrestar lo que catalogó como fuerzas oscuras dentro del Partido Republicano que intentan socavar la democracia.
En su discurso desde la Sala de la Independencia en Filadelfia, Biden desató todas las amarras de la presidencia para hacer una acusación inusualmente contundente en contra de Trump y de lo que dijo se ha convertido en la cepa dominante del partido de oposición. Su andanada verbal se produjo a tan sólo dos meses de que los estadounidenses acudan a las urnas para participar en unas disputadas elecciones de mitad de mandato que Biden describió como una encrucijada para la nación.
“Muchas de las cosas que están sucediendo hoy día en nuestro país no son normales”, dijo ante cientos de asistentes, levantando la voz para acallar a los simpatizantes de Trump reunidos al exterior del edificio en el que se debatió la fundación de la nación.
Afirmó que no desaprobaba a los 74 millones de personas que votaron por Trump en 2020, pero añadió: “No hay duda de que hoy día el Partido Republicano es dominado por Donald Trump y los republicanos del MAGA”, usando el acrónimo en inglés del lema de campaña “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”.
El intento explícito de Biden de marginar a Trump y sus simpatizantes representa un pronunciado cambio de postura para el presidente, quien durante su discurso de investidura pregonó sobre la unidad nacional.
Biden, quien evitó incluso referirse al “tipo anterior” por su nombre durante su primer año de gobierno, ha sido cada vez más abierto en sus críticas hacia Trump. Envalentonado por los recientes triunfos legislativos de su partido y consciente del regreso de Trump a los titulares noticiosos, Biden está afilando sus señalamientos, tal como lo hizo la semana pasada cuando comparó la “filosofía MAGA” con un “semifascismo”.
Adentrándose en un peligroso terreno político, se esforzó por equilibrar sus críticas con un llamado a los republicanos más convencionales a que levanten la voz. Los líderes del Partido Republicano no tardaron en acusarlo de profundizar las divisiones políticas.
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