Chile deberá elegir un nuevo presidente entre dos candidatos radicalmente opuestos, un ultraderechista y un izquierdista apoyado por los comunistas, que el lunes empezaron a suavizar sus discursos para atraer votos de sectores moderados y de un candidato populista que se ubicó tercero en los comicios de la víspera.
Los chilenos, que mayoritariamente se declaran moderados, tendrán que decidir en el balotaje del 19 de diciembre si quieren que los gobierne José Antonio Kast, un ultraderechista partidario del régimen militar (1973-1990), o Gabriel Boric, un exdirigente estudiantil apoyado por los comunistas. Kast pasó a segunda vuelta con un 27,9% de los votos y Boric con un 25,8%.
“Los chilenos votaron en rechazo a las coaliciones tradicionales, (la votación) se enmarca en un contexto profundo de descrédito a la política”, declaró a The Associated Press Loreto Cox, analista de la Universidad Católica. Agregó que la de la víspera “es por lejos la primera vuelta más fragmentada de la historia reciente… Esto genera un marco de incertidumbre muy fuerte”.
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