Francia empezó el miércoles a administrar dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 a personas mayores de 65 años o con problemas de salud subyacentes, para mejorar su protección mientras la contagiosa variante delta del coronavirus se propaga por el país.
Francia es el primer país importante de la Unión Europea en introducir vacunas de refuerzo generalizadas, y se espera que otros países europeos sigan su ejemplo.
Muchos países están pasando trabajos para administrar las primeras dosis y la Organización Mundial de la Salud pidió una moratoria sobre los refuerzos y también instó a los gobiernos a donar vacunas a los países necesitados.
Francia dijo el miércoles que las personas podrán recibir la inyección siempre que hubieran pasado un mínimo de seis meses desde que completaron su esquema con Pfizer o Moderna.
Los que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson, que es de una sola aplicación, podían recibir un refuerzo de Pfizer o Moderna al menos cuatro semanas después de su primera vacuna.
La campaña de refuerzos en residencias de ancianos comenzará el 12 de septiembre.
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