El sábado, Japón dijo que prohibiría temporalmente la entrada al país a los extranjeros no residentes, en un intento por blindar sus fronteras tras detectar casos de una nueva variante altamente infecciosa del coronavirus.
La prohibición entrará en vigor a partir del 28 de diciembre y se prolongará durante enero, según dijo el Gobierno en un comunicado enviado por correo electrónico.
Los ciudadanos japoneses y los residentes extranjeros podrán entrar, pero deberán mostrar pruebas de una prueba de coronavirus negativa 72 horas antes de salir hacia Japón y deberán estar en cuarentena durante dos semanas después de su llegada, según el comunicado.
El viernes, Japón comunicó sus primeros casos de una variante de rápida propagación en pasajeros que llegaron de Reino Unido. La nueva variante también ha sido detectada en un hombre que visitó el Reino Unido y un miembro de su familia —los primeros casos de personas infectadas encontrados fuera de los controles del aeropuerto— según informó Nippon TV el sábado.
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