Las células madre cerebrales pueden representar una nueva y prometedora vía para el tratamiento y el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (Sla) y la esclerosis múltiple (Sm).
Los estudios que lo demuestran, coordinados por el italiano Angelo Vescovi y presentados hoy en una reunión en la Pontificia Academia para la Vida, están en las etapas iniciales, pero representan una esperanza concreta contra estas patologías neurodegenerativas insidiosas y que hasta la fecha carecen de una cura definitiva.
Son unos 130.000 italianos afectados por Sm, con 3.400 nuevos casos al año, y 3.500 enfermos de SLA con 1.000 nuevos casos anuales: “Hoy se da esperanza a los enfermos con patologías que hasta hace algún tiempo se consideraban incurables”, dijo el ministro de Salud italiano, Orazio Schillaci.
La esperanza proviene del trasplante intracerebral de células madre cerebrales, que actúa bloqueando los procesos de muerte celular y normalizando el cuadro fisiopatológico de los pacientes mediante la liberación de sustancias tróficas -es decir, producidas por el organismo y capaces de garantizar la supervivencia de las células y también de estimular su crecimiento- y antiinflamatorias.
Lo demuestran los resultados del ensayo clínico de Fase 1 para la Em secundaria progresiva y el reciente inicio del ensayo de fase 2 para la SLA.
En el ensayo para el tratamiento de la Em, el equipo de investigación dirigido por Obispos -director científico de la Irccs Casa Sollievo della Sofferenza Opera de San Pio da Pietralcina y presidente del Comité Nacional de Bioética- procederá ahora con la fase 2 destinada a consolidar los resultados sobre la seguridad del tratamiento, evaluar la dosis y la posible eficacia terapéutica de las células.
La experimentación llevada a cabo por el grupo de obispos es la única en el mundo que ha aterrizado en la fase 2.
El coste de esta nueva fase experimental es de 4,3 millones de euros.
Se recibió una financiación de 1 millón de euros gracias a una convocatoria Pnrr europea (el proyecto ocupó el primer lugar de los 300 presentados). En cuanto a la terapia de la Sla, en cambio, en enero de 2024 se inició el reclutamiento de pacientes para el ensayo clínico de fase 2 con las mismas células.
Bajo la dirección de Letizia Mazzini, del Centro de Expertos Sla de la Compañía Hospitalaria-universitaria de Novara, entre marzo y mayo de 2024 ya se han trasplantado dos pacientes, y la tercera intervención se realizará en julio.
“Creo que la investigación es fundamental para tener nuevas terapias – subraya Schillaci – incluso para aquellos que tal vez habían perdido la esperanza de poder curarse. Lo más significativo es que cuando hay un nuevo descubrimiento estará disponible para todos, independientemente de la capacidad económica o del nivel de estudio. La verdadera investigación debe ser para todos”.
Para Monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, “la ciencia, la ética y la fe pueden dar frutos extraordinarios.
“Hoy me complace poder decir que después de al menos dos décadas de experimentación se ha llegado a ofrecer una esperanza concreta para combatir estas dos dramáticas enfermedades. En términos de ética – concluye – aquí se habla de células madre cerebrales ya formadas, que se toman inicialmente de fetos abortados de forma natural, y también del tejido cutáneo, y por lo tanto se tiene una garantía ética”. (ANSA)
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