La subcampeona mundial Croacia igualó hoy 0-0 frente a Marruecos en su primer enfrentamiento en un Mundial, partido en que faltaron los goles, pero no las emociones y que puso en marcha el Grupo F por el que más tarde chocaban Bélgica y Canadá.
Un entretenido choque protagonizaron croatas y marroquíes frente a unos 60 mil espectadores en el estadio Al Bayat, de Al Khor (escenario del partido inaugural entre Qatar y Ecuador), y arbitrado por el argentino Fernando Rapallini.
En cancha estuvo Luka Modric, capitán del combinado balcánico y ganador del Balón de Oro en 2018 que se convirtió en el primer futbolista de la historia en disputar un Mundial y también una Eurocopa en tres décadas distintas.
Pero la presencia del talentoso volante del Real Madrid no fue suficiente para que los subcampeones del mundo en Rusia doblegasen al combinado africano en el inicio de la sexta Copa del Mundo disputada por ambos seleccionados.
El equipo de Zlatko Dalic generó las mayores situaciones de peligro frente al arco defendido por Yassine Bounou, pero los entrenados por Walid Regrag fueron los que llevaron la iniciativa del partido y jugaron de igual a igual con los subcampeones mundiales.
Marruecos, contrariamente a lo que algunos suponían, salió a presionar bien arriba desde el pitazo inicial de Rapallini y pasó al ataque con mucha gente cada vaez que lo hizo.
Por eso no extrañó que la primera llegada de riesgo la generaran los “Leones del Atlas”, comandados en cancha por Achraf Hakimi, jugador del París Saint-Germain, y por Hakim Ziyech, delantero del Chelsea.
Regrag apostó por una formación con tres delanteros en la que Ziyech estuvo acompañado por Sofiane Boufal y Youssef En-Nesyri, del francés Angers y del español Sevilla, respectivamente, y generó la primera situacion del partido.
Fue cuando en el límite del área se disponía a rematar, fue bloqueado por la zaga rival y el balón derivó en Hakimi, cuyo remate se desvió en el camino y permitió la rápida intervención del arquero croata, Dominik Livakovic.
Con Sofyan Amrabat, jugador de Fiorentina, haciéndose patrón del juego en el mediocampo, la zona en la que Croacia suele dominar gracias al talento de sus experimentados volantes, y las proyecciones de Hakimi y de Noussair Mazraoui, del Bayern Munich, por los laterales, Marruecos continuó pasando al ataque cada vez que pudo, aunque sin lograr plasmarlo en ocasiones de peligro.
Croacia intentó aprovechar los espacios que concedió y de contragolpe sí contó con un par de situaciones como para ponerse en ventaja en el cierre del primer capítulo.
La primera nació de los pies de Ivan Perisic, jugador del Tottenham Hotspur, y continuó con a Borna Sosa, zaguero del Stuttgart que puso un pase preciso para que Nikola Vlasic probase los reflejos de Bounou, arquero del Sevilla.
Al remate del jugador del Torino le sucedió otra llegada a los pocos minutos de Modric, que también probó con uno de sus típicos remates desde el borde del área con un disparo que se fue apenas arriba del travesaño y estuvo cerca de abrir el marcado.
Tras el descanso, la intensidad del partido no decayó y el duelo continuó siendo de ida y vuelta, con Mario Pasalic, jugador del Atalanta, ingresado en reemplazo de Vlasic en una Croacia que fue en busca del gol con insistencia.
Fue Amrabat el que logró mantener en cero su valla al despejar sobre la línea un remate de Dejan Lovren, zaguero de Zenit San Petersburgo, en tanto que Marruecos respondió con Hakimi y con Mazraoui, sin poder doblegar tampoco a Livakovic, portero del Dínamo Zagreb.
Sin especular, ambos equipos siguieron buscando cada uno con sus armas, pero el resultado permaneció inalterable y el empate terminó siendo el resultado más justo porque si bien ninguno de los dos acertó frente al arco, hicieron los méritos como para no irse con las manos vacías.
Seguramente, el empate supo más a victoria para Marruecos que para Croacia, que llegaba como favorita no sólo a la victoria en el estreno sino a pelear por la corona que se le escapó en la final de la pasada Copa del Mundo a manos de Francia.
“Después de lo sucedido con Arabia Saudita (que derrotó por 2-1 a Argentina en el estreno, Ndr) y de lo que mostró Túnez (empató sin goles frente a Dinamarca), queda claro que no hay partidos accesibles en un Mundial”, advertía en la previa Dalic.
Y tenía razón porque esta fue la primera vez en 12 duelos mundialistas que el seleccionado balcánico no pudo convertir un gol desde que igualó en cero frente a Japón en Alemania 2006.
El de hoy fue el tercer empate en cero de esta Copa tras los protagonizados en la víspera por México y Polonia, en el Grupo C, y el mencionado entre Dinamarca y Túnez, en el Grupo D.
Bélgica, tercera en Mundial de Rusia y otra de las candidatas de dar pelea por la corona, completaba a continuación la primera fecha en este Grupo F en otro choque inédito en una Copa del Mundo frente a Canadá, que disputa su segunda Copa del Mundo.
La primera la jugó en México 86, pero se despidió perdiendo sus tres partidos y sin haber podido festejar siquiera un gol, racha que intentará cortar frente a los “Diablos Rojos” o al menos en sus próximos compromisos. (ANSA)
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