El papa Francisco ha expuesto “maniobras” políticas usadas para conseguir votos en las dos elecciones papales más recientes, aunque negó que esté planeando reformar el proceso para cónclaves futuros, en una extensa entrevista publicada el martes.
Las revelaciones confidenciales están contenidas en “El Sucesor: Mis recuerdos de Benedicto XVI”, donde el papa argentino reflexiona sobre su relación con el ya fallecido papa alemán y ajusta cuentas con el antiguo asistente de Benedicto.
El libro, escrito en el estilo de una conversación con el corresponsal del diario español ABC, Javier Martínez Brocal, surge en un momento delicado para Francisco, de 87 años. Su frágil estado de salud ha despertado preguntas sobre cuánto más tiempo seguirá siendo papa, si seguirá el ejemplo de Benedicto en renunciar, y sobre quién lo reemplazaría.
En el libro, Francisco revela detalles antes confidenciales del cónclave en 2005 que eligió papa a Benedicto, y sobre la votación de 2013 en que él mismo fue elegido, afirmando que se le permitió violar el juramento de secreto hecho por los cardenales debido a su condición de papa.
En 2005, dijo Francisco, él fue usado por los cardenales que querían bloquear la elección de Benedicto —en ese entonces cardenal Joseph Ratzinger— y lograron 40 de 115 votos. La idea no era elegir al cardenal argentino sino más bien obligar a buscar un candidato de consenso tras eliminar a Ratzinger de la lista.
“Me contaron, más tarde, que no querían a un papa ‘extranjero’”, es decir no italiano, dijo Francisco, dejando en claro que el proceso no consistía tanto en que el Espíritu Santo inspire a los cardenales, sino en puro cálculo político.
Según Francisco, él puso fin a las maniobras al anunciar que no aceptaría ser papa, tras lo cual Ratzinger fue elegido.
“Era el único que en ese momento podía ser papa”, dijo Francisco, añadiendo que él también votó por Ratzinger.
En 2013, tras la renuncia de Benedicto, también hubo maniobras políticas. Francisco —en ese entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio— dijo que solo se dio cuenta después de que los cardenales se estaban aglutinando en torno él, haciéndole preguntas sobre la Iglesia en Latinoamérica y ofreciendo insinuaciones de que estaba consiguiendo apoyo.
Dijo que al final se dio cuenta de que podría ser papa cuando el cardenal español Santos Abril y Castelló vino corriendo tras él después del almuerzo el 13 de marzo, justo antes de lo que sería la votación final.
El cardenal español claramente tenía una pregunta relacionada con la salud, para averiguar si Bergoglio tenía la energía para soportar los rigores físicos de un papado, luego que sus opositores al parecer mencionaron su salud como un posible impedimento a su elección.
“Eminencia, ¿es verdad que a usted le falta un pulmón?”, le preguntó Abril, según el papa Francisco, a lo que respondió que cuando joven le extirparon parte de un pulmón tras una infección respiratoria. Luego de asegurarle al cardenal que la operación tuvo lugar hace más de 50 años, dijo Francisco, Abril murmuró: “Estas maniobras de último momento…”
En la entrevista, Francisco negó los rumores de que esté planeando alguna reforma de las reglas del cónclave para una futura elección papal.
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