El presidente argentino Javier Milei adelantó el martes el fin de la utilización de la Ley de Género por parte de los presos con el objetivo de obtener traslados a otras cárceles para gozar de condiciones más favorables de detención.
El anuncio fue realizado en la Casa Rosada, la sede del gobierno, en el marco de una ceremonia de entrega de sables a una promoción de comisarios, comandantes y prefectos de las fuerzas de seguridad.
“En las últimas semanas se hicieron conocidos varios casos de delincuentes que, utilizando la Ley de Identidad de Género, pretendían argumentar que en realidad eran mujeres que debían estar en una cárcel de mujeres, ya sea para aprovechar de las mujeres reclusas o para continuar con los negociados, desde condiciones más laxas”, declaró Milei.
Agregó que “esta estupidez se termina. Vamos a prohibirlo, pues los delincuentes no van a poder solicitar un cambio de penal bajo el paraguas de la identidad de género. Y vamos a impulsar una iniciativa para que los sistemas penitenciarios provinciales puedan adherir”.
Al anunciar la medida el mandatario ultraderechista aludió al caso de Ariel “Guille” Cantero, líder de una poderosa banda de narcotráfico de la ciudad de Rosario, a unos 300 kilómetros al noroeste de la capital. La semana pasada, relató Milei, Cantero interpuso en la justicia 10 pedidos de hábeas corpus para identificarse como bisexual y así poder recibir visitas de hombres. Cantero acumula condenas por 113 años por varios delitos y está recluido bajo un estricto régimen de seguridad.
“Sólo en un país cuyos valores han sido profundamente trastocados puede permitirse semejante barbaridad”, argumentó Milei.
En tanto, días antes había tomado estado público el caso de un preso por violencia de género que fue trasladado a una prisión femenina en la provincia central de Córdoba luego de declarar ante la justicia que se autopercibía como mujer. Una vez en su nuevo destino fue acusado de violar a una compañera de prisión.
Durante el acto Milei también brindó un fuerte respaldo a las fuerzas de seguridad que “han demostrado con honor y valentía estar a la altura de las circunstancias que los tiempos les demandaron”.
Añadió que “durante muchos años en este país la política trató de poner a los victimarios en el lugar de las víctimas y a las víctimas en el lugar de los victimarios” en una “puja argumentativa ridícula” en la que las fuerzas de seguridad “quedaron desamparadas”.
El mandatario agregó que “se llegó al absurdo de liberar presos”, como ocurrió durante la pandemia de COVID-19 para evitar los contagios en las cárceles y “castigar a policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo”. (AP)
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